jueves, 28 de marzo de 2013

Mis sueños y tú.

Esa esencia que dejas
siempre impregnada en mi cama,
esa que te ve marchar siempre
pero que hace que nunca te vayas.

En unas horas dormirá de nuevo
cogida muy fuerte a mis sueños.
Abrazándolos, acariciándolos,
aprendiendo a convivir con ellos.

Juego a eso de esconder el beso
cuando se acerca tu boca.
Proclamando guerra a todo verso
con su victoria o su derrota.

Juegas a que me muerda el labio
mientras tus ojos me provocan.
Haces que juegue a hacerme el sabio
mientras tú, experta, me devoras.

Y es que cuando estoy contigo
duermo sujetándote.
Pero cuando duermo sin ti
te sujeto soñándote.

Por si te da por caerte
en medio de la madrugada.
Por si me da por despertar
y puedas tirar fuerte de la almohada.

Tú, que me quitas el sueño
cuando tu pelo roza mi pecho.
Yo, que fumo a escondidas
por lo bien que lo hemos hecho.

Tú, que pintas el horizonte
cuando tus uñas rozan mi espalda.
Yo, que te sueño muy despierto.
y que vivo por arrancarte la falda.


viernes, 22 de marzo de 2013

Hoy te soñé y te rocé un pecho.


Estas cuatro paredes,
sin ti, se vuelven cárcel.
Y mi cama se muerde las sábanas
esperando el vis a vis.

Estos sueños tontos
han resistido al invierno.
Y ahora, vestidos de las mejores ganas,
me recuerdan tanto a ti...

Este viaje por tus brazos
se ha colado en un vuelo sin billete.
Esta escapada por tu tacto
quiere liberarse de todo grillete.

Tengo que quererte y contarte
todas las costillas con mis dedos.
Y tengo que contarte , que sin querer,
hoy te soñé y te rocé un pecho.




miércoles, 20 de marzo de 2013

La guerra de tus letras.

Cada palabra que rozan tus manos
acuchilla un suspiro
Y lo cuelga en mi espalda.

Cada silencio que rompen tus labios
apaga la luz,
Y te arranca la falda.

Y es que,
madrugar no tiene valor
si tus lunares y mi lengua
no juegan a eso de asesinarse.

Y es que,
anochecer no provoca latidos
si no se declaran la guerra
las palabras "deseo", "perder" y "sentido".

Tus caricias causan terror
a toda metáfora vestida.
Y mis dedos temblorosos
sustentan la bandera abatida.

No hay tregua ni rendición
en la guerra de tus letras.
Tan sólo unirse al batallón
de los pliegues de tu piel cuando me aprietas.







martes, 19 de marzo de 2013

Todavía te recuerdo como si fuera mañana.

Todavía recuerdo cuando, desnudos,
jugábamos a averiguarnos las sonrisas.
De cómo tu ombligo,
era un faro que alumbraba
todo hueco de mi cama.
Tu pelo, enredado en mi tacto,
era el festival de todas mis cosquillas.
La cuarta, la sexta o la octava maravilla,
no se.
Quizás la primera.

Cuando se trataba de contar contigo,
sólo trataba de enumerarte las costillas.
Mientras, boca abajo tus suspiros
ahuyentaban toda duda entre mis brazos.
Lo que más anhelo
es cuando dábamos una pequeña tregua a las caderas.
Me leías cada línea de la mano
y en todas ellas sólo veías recuerdos del porvenir.

Todavía recuerdo
como proyectabas las primeras sombras de la mañana.
Como con tan sólo abrir los ojos
conseguías que oliera a café y tostadas.
Todavía me cuesta acostumbrarme
a la metamorfosis que sufrieron mis espejos.
Camaleónicos,
mimetizados,
quisieron fundirse en un abrazo eterno contigo.

Y ahora
¿qué hago yo con la parte izquierda de la cama?
Si no se dormir en ella.
Si cuando abro los ojos
tu sombra sigue dibujándote en mi espalda.
Si dejaste olvidada tu falda
y yo la giro con mis ganas por si te apareces debajo.

Todavía te recuerdo como si fuera mañana.

jueves, 14 de marzo de 2013

Desenfreno y ternura.

Tú.

Sí tú.

Capaz de llevarte contigo mis tormentas y devolvérmelas en forma de huracán.
De arrancarme las nubes de la mirada y llover sobre mí.

Capaz de sonreírle a la ternura y jugar con la más buena de las malicias.
De cuándo el pecho oprime el alma y a la vez te arranca la falda.

Capaz de sonar a melodía y capaz de destrozar los acordes.
De cómo la voz tirita en pleno invierno a elevadas temperaturas.

Capaz de crear tiernos abrazos y de querer morir contigo a lengüetazos.
(De)Tener todas mis sonrisas y arrancarme la ropa con la vista.

Tú.

Sí. Tú.

La más capaz.
De despertar en mí la seguridad más aterradora.
De querer morir contigo y querer vivir en tu sur.
Justo cerca de tu ombligo.

Tú.



sábado, 9 de marzo de 2013

Tira la letra y esconde la mano.

Entre letras y acordes hoy se mueven mis dedos.
Temblorosos, nostálgicos, añorando añorarte.
Que no hay mejor manera que la que pudo encontrarte.

La manera que te busca, que se esconde,
que te tira la letra y esconde la mano.
Que te abriga los versos hasta que nos cale el verano.

"Te escribiré siempre" - me prometí. Sin conocer el significado.
Sin saber que estábamos jugando a versearnos las ganas.
Y si se trata de ti y de ganas, me dejaré ganar siempre.

Entre rimas y besos construimos mil poemas.
Sin tejado, sin cimientos, al compás de tus caderas.
Y es que sin duda, de todo, me quedo con tus letras.







viernes, 8 de marzo de 2013

Permíteme...

Permíteme que esta noche sea nuestra.
Que yazcan tus lunares sobre mi cuerpo.
Que no haya más luz. Solo la que me aportas tú.
Que eliminemos sucesos y montañas.

Permíteme que hoy te verse de una manera extraña.
Sin rima, sin tinta, con ignorancia.
Que no quiero saber con quien perderás el aliento.
Que sólo quiero respirar el aire que me robabas.

Permíteme que le arranque los brazos al reloj,
Que cada gramo de tiempo se suspenda en el viento.
Porque el tiempo pesa. Y pasa. Y entre tanto nos besa.
Y si nos da tiempo a besarnos, ¿Qué más puedo pedir?

Permíteme que viaje y te rapte un par de palabras.
Aquellas que dejaste marcadas a uña en mi espalda.
Que tus sueños viajen con los míos de equipaje de mano.
Que sí, que esta noche sea la noche de mis ganas,

Aunque eso suponga que me cuelgue en tu costado.
Y es que colgado estuve, cerca de tu pulmón izquierdo.
Permíteme que una vez más vaya en contra del viento.
Permíteme todo y prohíbeme cuanto haga.