viernes, 22 de marzo de 2013
Hoy te soñé y te rocé un pecho.
Estas cuatro paredes,
sin ti, se vuelven cárcel.
Y mi cama se muerde las sábanas
esperando el vis a vis.
Estos sueños tontos
han resistido al invierno.
Y ahora, vestidos de las mejores ganas,
me recuerdan tanto a ti...
Este viaje por tus brazos
se ha colado en un vuelo sin billete.
Esta escapada por tu tacto
quiere liberarse de todo grillete.
Tengo que quererte y contarte
todas las costillas con mis dedos.
Y tengo que contarte , que sin querer,
hoy te soñé y te rocé un pecho.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Subyugante. Bravo, bravo, bravo.
ResponderEliminar